ARA Balears (España), Maria Llull, 17.08.2024

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«M. y A. ofrecen baños sonoros curativos que conectan los mantras de los Himalayas con la antigua sabiduría mexicana a través del amor de alta frecuencia de Ibiza por la música… Comparten conocimientos personales y experiencias de algunos tipos de terapia y los combinan a las sesiones de sonido, hecho que lo convierte en una experiencia única individual”. Este anuncio es bien fácil de encontrar. De hecho, está en Airbnb, una de las plataformas más importantes de los turistas que alquilan casas para viajar y que también tiene un apartado dedicado a actividades de bienestar. El taller de meditación y vibración en el baño sonoro del Himalaya se lleva a cabo todos los miércoles en un agroturismo ibicenco y los participantes pagan 33 euros por una hora.

De hecho, la isla es uno de los epicentros de las pseudoterapias en las Baleares, donde empresas e individuos aprovechan el aura de su herencia hippy para hacer negocio con el bienestar. “Las Baleares tienen un factor de atracción indudable para el turismo que consume esta clase de actividades. Su efecto es muy seductor, porque ofrecen contacto con la naturaleza, el mar y desconexión del entorno urbano”, explica el psicólogo experto en sectas, Miguel Perlado. “Hay un abanico de motivos muy variados para acudir a estas actividades: desde un momento de dificultades personales hasta buscar una experiencia chic, porque ir a Ibiza y hacer esas actividades está muy bien. También puede haber atracción por temas espiritualistas y esotéricos”, añade.

A pesar de que la oferta de pseudoterapias se puede encontrar con facilidad, sobre todo en las redes sociales, el Gobierno no tiene ningún registro de empresas, entidades y personas que ofrezcan estos servicios, según han señalado fuentes de la Consellería de Salud a ARA Baleares. De hecho, la única información que Salud ha remitido a este periódico es de ámbito estatal y no incluye datos segregados por comunidades autónomas –se trata del Plan de Protección de la Salud de las Personas ante las Pseudoterapias de los ministerios de Sanidad y de Ciencia e innovación y del Observatorio de la Organización Médica Colegial. Por otro lado, tampoco ha sido posible hablar con ningún responsable de la Consellería sobre cómo funciona la oferta de pseudoterapias y qué mecanismos de control se aplican, a pesar de las peticiones reiteradas de ARA Baleares.

Chamanismo, descodificación biológica, constelaciones familiares, terapia bioenergética y cuántica, flores de Bach, terapia regresiva, sintergética, transformación consciente, registros akàshikos, biomagnetismo, cuencos tibetanos, terapia craneosacral, ceremonias con cacao, ayahuasca… Bien es verdad que se puede encontrar de todo, incluso retiros de lujo. Por ejemplo, una página web llamada Aloha Books Retreats ofrece ocho días de sanación holística en Mallorca por 6.400 euros –este precio es para dos personas. “Se crea un programa individual para la estructura de la mente, el alma y el cuerpo. Nuestro objetivo es una regeneración profunda y duradera del cliente (…). El sistema mente-cuerpo-alma se vuelve a llevar en un estado de confianza básica, en el cual a partir de ahora la intuición en lugar del control mental puede tomar el relevo. La vida se sentirá mucho más fácil y suave, además de más alegre”, promete la promoción del retiro.

Este tipo de actividades se dirigen a un público objetivo de nivel socioeconómico alto. “Es un sector que toca mucho las Baleares, con cierta apariencia de importancia y personas que vienen de muchos países. Tiene una aureola de sofisticación”, dice Perlado. Pero la oferta se adapta a las características de cada persona, sea de alto poder adquisitivo o no, visitante o residente.

Los retiros de lujo, que se dirigen a personas de nivel socioeconómico alto, son habituales en las Baleares.

El componente sociológico

“Estas prácticas también se entremezclan con cuestiones alternativas y otros temas que tienen interés entre la población en general. Si se analizan más a fondo, hay un interés creciente hacia prácticas espirituales alternativas que difieren de la religiosidad más estándar”, dice el psicólogo. De hecho, el profesor de Sociología de la UIB David Abril habla de “nuevas formas de creencia o fe”. “Con la crisis de la religión cristiana, la gente busca nuevas maneras de creer”, dice, y señala algunos elementos comunes de estas prácticas: “Ofrecen salidas un poco individualistas, donde la comunidad pinta poco, a pesar de que hay grandes comunidades. También hay una lectura incluso política, porque a la gente le resulta más fácil creer en estas cosas que pensar un mundo alternativo a esta distopía de capitalismo tecnofeudal [el tecnofeudalismo es un concepto acuñado por el economista griego Yanis Varoufakis] en la que vivimos”.

Además, muchas pseudoterapias terminan organizándose, con cursos de formación, titulaciones y sedes. Como los que ofrece el Instituto de Constelaciones Familiares de Palma: el junio acabó una formación en chamanismo sistémico y a estas alturas está en marcha un curso sobre constelaciones familiares –la formación completa dura tres años, cada uno de los cuales costa unos 2.000 euros. “Este tipo de propuestas las ofertan supuestos terapeutas con una formación cuestionable. Ni se sabe su profesión ni si están encuadrados en un colegio profesional”, apunta Perlado y remarca la vulnerabilidad de muchas personas que acuden a las pseudoterapias. “La gente se acerca porque sufre y estas propuestas que se venden como maravillosas, pueden terminar desencadenando respuestas no previsibles que pueden terminar desequilibrando aún más a la persona”, dice el psicólogo, además de reivindicar la necesidad de una ciudadanía informada y con espíritu crítico. “Las soluciones no pasan por la represión, sino por el educar a las personas en cómo cuidarse adecuadamente y poner límites, a la vez que por alimentar la capacidad de pensar críticamente”, dice.

Tampoco se tiene que caer en ciertos errores: no es el mismo una actividad dirigida al bienestar personal que una terapia, y no hay pseudoterapias inocuas –según la Organización Médica Colegial, una pseudoterapia es “una propuesta de cura de enfermedades, alivio de síntomas o mejora de la salud, basada en criterios sin el apoyo de la evidencia disponible”. “La inocuidad, el que supuestamente no se tiene nada que perder por probar, es uno de los grandes argumentos que utilizan las pseudoterapias”, señala el presidente del Colegio Oficial de Médicos de las Islas Baleares, Carles Recasens, que remarca que el esfuerzo que una persona hace para acudir a una pseudoterapia lo deja de hacer con “un tratamiento que tiene una evidencia científica”.

Recasens es psiquiatra, y a su consulta atiende habitualmente pacientes que “han pasado por un rosario de prácticas”. “Cuando una persona sufre, es vulnerable y frágil y puede ser influenciable y sugestionable. Mucha gente se lucra porque se venden expectativas mágicas, fantásticas y pseudomilagrosas, con apariencia de inocuas”, sentencia.

La pandemia, gasolina para la pseudociencia

La pandemia ha hecho aflorar posicionamientos pseudocientíficos que, a pesar de que existían antes, “estaban más soterrados”, dice el psicólogo Miguel Perlado. Además, se han producido “interacciones paradójicas”, porque el mundo de las terapias alternativas se ha relacionado con la ufologia, las teorías de la conspiración, el negacionismo o incluso ideologías extremas.

“Estas propuestas, además, buscan personajes famosos para validar su narrativa. Esto ofrece una pátina de seriedad y ayuda a una mayor difusión”, continúa Perlado, en referencia a la jornada ‘Libertad de expresión y libertad terapéutica’, donde participaron el gurú Josep Pàmies y el cantante Miguel Bosé. Este acto se organizó casi dos años después del congreso que agrupó a centenares de terraplanistas en Menorca.