La Voz (Argentina), 17.04.2013
El hombre que fue detenido en Jesús María con un cristo y dos vírgenes es un catamarqueño que estuvo preso por asesinar a su mujer y compartió celda con el «Maestro Amor», el «gurú» Javier Ocampo.
El comisario mayor Mario Tornavacca, a cargo de la Departamental Colón de Policía, confirmó a La Voz que las imágenes religiosas antiguas recuperadas en Colonia Caroya tras una persecución el pasado viernes, habían sido sustraídas de la capilla del Rosario, ubicada en la localidad de San José en el departamento Fray Mamerto Esquiú, de Catamarca.
El caso se conoció a través de medios catamarqueños, que sugieren que Pablo Angelina, el protagonista de esta historia trasladaba las imágenes. Las imágenes recuperadas fueron identificadas como la Virgen de las Mercedes, la Virgen Dolorosa, el Señor de los Milagros, y cuatro candelabros que pertenecían a esa capilla cuya construcción data del siglo XVIII.
En su cuenta de Facebook, según publica hoy Día a Día, Angelina cuestiona a la Policía de Córdoba por cobrarle supuestamente «35 mil pesos» suyos al momento de la detención, que serían producto de la venta de una propiedad.
¿Imágenes plantadas?
Angelina dice que supuestamente «le plantaron» las imágenes y que no había testigos civiles en el procedimiento.
«Por convicción lo único que hice en mi vida fue trabajar, siguen injuriando las personas y calumniando. Además, otra vez estaré procesado por unos policías ‘coimeros’…que se quedaron con 35 mil pesos de mi propiedad, lo justificaré y pasará como si nada…», escribió en la red social.
Angelina estuvo pocas horas detenido en Córdoba y salió en libertad.
Antecedentes.
El hombre fue condenado por un femicidio. El 9 de febrero de 1998 asesinó a su esposa María Belén Galetto (con quien tenía 3 hijos), disparándole ocho veces con un revólver calibre 22 mm.
En prisión escribió el libro «22», en la que pidió perdón por el asesinato. En 2010 salió con libertad condicional pero volvió a caer preso porque amenazó a su madre.
Maestro Amor.
En prisión compartió celda con Javier Ocampo, quien en ese momento estaba detenido por una causa de abuso sexual de menores.
En el libro, escribió: “Este hombre, este ser que si todos se tomaran unos minutos para conocerlo simple y sencillamente propugna e incita a una filosofía de vida: paz y amor incondicional sin límites al prójimo… en cada gesto, en cada mirada como en cada palabra, en cada silencio ‘el maestro’ enseña y ama con compasión, es cierto que no tiene un título, lo que habilita en occidente, da prestigio y status, sí es cierto que cura: pero cura no con el esoterismo, ni magia, cura con el mejor antídoto: el amor”.
Según el diario El Esquiú de Catamarca, en el libro Angelina nada dice de una denuncia que realizó contra el Servicio Penitenciario por supuestas extorsiones por parte de agentes que lo habrían filmado cuando compartía la celda con Ocampo.