El Plural (España), Jaime Fernández, 22.07.2024

Se tambalea la posición de la Iglesia sobre uno de los temas que más ensombrece su reputación: los abusos sexuales a menores. Este domingo, el diario italiano Corriere della Sera ha publicado documentos del Archivo Secreto del Vaticano, que revelan que en Roma conocían de sobra los abusos de Marcial Maciel, fundador de los Legionarios de Cristo, y que los encubrieron durante décadas. El sacerdote mexicano llevó una vida disoluta de pederastia, mujeres, hijos secretos y drogas. Sus casos de abuso infantil no fueron castigados hasta 2006, dos años antes de su muerte el 30 de enero de 2008. Sin embargo, el Vaticano podría haberlos conocido mucho antes.

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Concretamente 50 años antes. Entre los papeles del ahora llamado Archivo Apostólico, que publica la cabecera italiana, ha aparecido uno fechado a 1 de octubre de 1956. En él, Giovanni Battista Scapinelli, número tres de la Congregación para los Religiosos dejaba escrito que Maciel había llegado a Roma «por motivos conocidos por el Santo Padre». El entonces Papa, Pio XII, había cesado al mexicano como lider de los Legionarios, y le había llamado a la Santa Sede para «obligarlo a curarse», según el escrito. El documento registra detalladamente la investigación que se abrió en 1956 a Maciel por su conducta. El Vaticano buscaba esclarecer si el sacerdote era pederasta y si tenía drogodependencia, algo que, tras la muerte de Pio XII en 1958, se dejó pasar. «Si no se presenta, dentro de dos días», añade el escrito, se le amenazaría con suspenderle ‘a divinis’ por las «graves razones» que recoge el texto.

Los documentos publicados vienen a confirmar algo que ya se sabía: en Roma conocían los abusos de Maciel desde hacía decadas, y el mexicano contó con elementos dentro de la Curia que le protegieron encubriéndole. Las víctimas por fin serán escuchadas con esta publicación. Y es que en un proyecto llamado ‘La voluntad de no saber’, que incluye una página web y un libro publicado en 2012, ya salió a la luz el documento del Corriere, pero era una versión posterior con partes tachadas.

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El libro, que firman Alberto Athié, José Barba y Fernando M. González, desveló 211 documentos que probaban que existen denuncias a Maciel desde 1944, solo tres años después de la fundación de los Legionarios de Cristo, algo que desde Roma ignoraron. Para más inri, Joao Braz de Aviz, cardenal brasileño, confesó en 2019 que el Vaticano lleva desde 1943 teniendo constancia de los abusos sexuales de Maciel. El que fuera arzobispo de Brasilia argumentó que «quien lo encubrió era una mafia, no representaba a la Iglesia». El misterio de quién está detrás podría esclarecerse con esta nueva publicación.

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El documento que saca a la luz el medio italiano resalta de qué manera se encubrió a Maciel, ya que, comparándolo con la versión que ya se conocía, se ve qué partes fueron tachadas. Un día después de su llegada a Roma, Maciel se reunió con Scapinelli y el cardenal ultraconservador Giuseppe Pizzardo. Juntos, borran las partes más comprometidas del texto, y dejan que simplemente se ordena al mexicano que se cure. Pizzardo además, en su intento de proteger a Maciel, arremetió en otro escrito contra el arzobispo de México, al que acusaba de ser «hostil» al fundador de los Legionarios de Cristo.

Estas nuevas revelaciones podrían salpicar hasta lo más alto del clero. Según los documentos filtrados, fueron varios altos cargos los que se aseguraron de mantener a Maciel en su cargo. De hecho, se llegó a crear un «alfabeto secreto» entre quienes defendían al mexicano. La investigación en su contra topó contra un muro cuando, tras morir Pio XII, las altas esferas de la Santa Sede se aseguraron de que los pontífices posteriores no reabriesen el cajón, filtrando cualquier acusación antes de que llegara a Roma. El número dos de la Secretaría de Estado vaticana, Angelo Dell’Acqua, convenció a Juan XXIII, que tomó el relevo del obispado de Roma en 1958, de que no cesara a Maciel, garantizando así su continuidad al frente de la congregación religiosa.

Los motivos por los que la Iglesia protegía a Marcial Maciel

Desde los Legionarios de Cristo ven con buenos ojos que se conozca esta información, en un claro intento de desvincularse de la turbia figura de su fundador. En declaraciones a El País, la oficina internacional de comunicación de la congregación valora las publicaciones: «Hoy sabemos que la información sobre la doble vida de Maciel es cierta. Esta información de la que se habla es coherente con las razones, ya conocidas, por las que la Santa Sede en 1956 apartó a Marcial Maciel del gobierno de la Congregación y realizó dos investigaciones a la misma (dos visitas apostólicas). Es información que ya fue publicada en internet en 2012, por fuentes no oficiales. En la Legión de Cristo no cesamos en nuestro deseo de conocer cualquier revelación sobre nuestro pasado que nos permita conocer y poder vivir en la verdad sobre nuestra historia, y agradecemos a la Santa Sede la apertura en 2020 de estos archivos y la posibilidad de acceso a los mismos».

Pero, ¿por qué le interesaba a la Santa Sede proteger a Marcial Maciel?. El Corriere, que cree que podría haber más documentos que den a conocer más información, apunta tres motivos: el primero es que el fundador de los Legionarios fue clave para encontrar sacerdotes en México, en un contexto de crisis eclesiástica del país, que se volvió muy conflictivo en contra de la Iglesia. El segundo motivo es que Macial acusó al comunismo de estar detrás de las conspiraciones contra él, todo ello en el contexto de la Guerra Fría, cuando la Iglesia, entre los papados de Pio XII y Juan Pablo II, se convirtió en adalid de la lucha contra la Unión Soviética. Pero el motivo más importante es que Maciel consiguió recaudar mucho dinero para la Santa Sede, que utilizó para ganarse acólitos dentro del Vaticano y crearse una red de protección.