El País, Barcelona – 14/06/1988

La secta Hare Krishna recaudó 77 millones de pesetas durante la campaña de Navidad de 1984, según documentos a los que ha tenido acceso EL PAÍS. Esta campaña supuso la movilización de 69 adeptos, que estuvieron mendigando por las calles de España desde el mes de noviembre al de febrero. Esta cantidad es una muestra significativa de la capacidad de movilización y de captación de la secta.

Otro dato importante es el que se deduce de las hojas de control de ventas de un solo adepto, quien, durante 10 meses de 1987, y por el sistema de puerta a puerta, vendió productos religiosos por un valor total de 4.600.000 pesetas.

Un portavoz oficial de la comunidad Krishna puso en duda la fiabilidad de estos datos y aseguró que eran poco creíbles. Reconoció, sin embargo, que la principal fuente de financiación de la secta era la venta de los libros religiosos. Hasta 1983, los textos sagrados se importaban de Estados Unidos, pero, a partir de esa fecha, y hasta 1985, los libros se trajeron de Italia. Los miembros de Hareshna fabrican en España desde hace cuatro años sus productos editoriales.

Oficialmente, según aseguró el portavoz de Hare Krishna, los adeptos venden libros sagrados, siguiendo así la tradición hindú de propagación del apostolado. Pero el mismo portavoz reconoció que a título individual los miembros de la congregación comercian con otros productos, entre los que se encuentran los fabricados por la empresa Spritual Sky, de Barcelona. De esta manera, esta empresa posee dos redes de venta: una oficial, formada por los comisionistas, y una segunda, integrada por los adeptos de Hare Krishna.

La congregación religiosa controla todas sus ventas a través de ordenador, con un sistema avanzado y eficaz, en el que se registran todos los incidentes relacionados con las transacciones económicas. Se desconoce el volumen exacto de estas operaciones económicas y, al parecer, nunca ha sido investigado.

Hare Krishna no recibe ni ha recibido nunca ningún tipo de subvención oficial, según el portavoz. Pero a la secta se la exime de determinadas tasas fiscales, dado el carácter no lucrativo y religioso de la asociación, según ha podido comprobarse al, examinar los registros catastrales de Brihuega (Guadalajara). Entre las tasas eximidas se encuentran impuestos correspondientes a la finca Santa Clara.