La Nación (Argentina), Marcelo Silva de Sousa, 22.12.2020

El alcalde de Río de Janeiro, Marcelo Crivella, fue detenido esta mañana en una operación para desbaratar un esquema de corrupción en la administración municipal.

El alcalde, un pastor evangélico de la Iglesia Universal del Reino de Dios, estaba siendo investigado por su participación en un esquema llamado «QG de la coima», por el que empresas que querían cerrar contratos con la alcaldía debían pagar sobornos.

Las autoridades sospechan que existía una estructura dentro de la alcaldía coordinado por el empresario Rafael Alves, hombre de confianza de Crivella también preso esta mañana. Empresarios que debían cobrar dinero de la alcaldía o querían cerrar nuevos contratos debían girar cheques a Alves, quien intercedía ante la alcaldía para liberar acuerdos. El 10 de septiembre las autoridades habían secuestrado el celular de Crivella.

Poco después de las seis de la mañana, la Policía civil de Río capturó a Crivella en su casa, en Barra de Tijuca, y lo trasladó a la sede de la zona norte. «Fue el gobierno que más actuó contra la corrupción. Quiero que se haga justicia», dijo Crivella y afirmó ser víctima de «persecución política».

La orden de captura fue firmada por la procuradora Rosa Helena Guita, quien también había ordenado la aprehensión del celular del alcalde en septiembre. Guita había señalado que la «subordinación de Crivella a Rafael Alves» era «asustadora».

El arresto sucede a nueve días del fin de su mandato. El alcalde debía dejar el cargo el 31 de diciembre, tras haber sido derrotado en las elecciones municipales por Eduardo Paes. Crivella había contado con el apoyo de Jair Bolsonaro en los comicios, tanto en la primera como en la segunda vuelta. «Somos un país de conservadores que aman la familia. Mi mayor interés, por nuestro país, es tenerlo como alcalde de Río por 4 años más», había dicho Bolsonaro, en un spot grabado con Crivella días antes de la primera vuelta del 15 de noviembre. El derechista había pedido el voto por Crivella durante la campaña, a quien dijo conocer hace mucho tiempo.

Jorge Felippe, presidente de la legislatura de Río de Janeiro, asumirá ahora interinamente el gobierno de la ciudad. La ciudad no contaba con vicealcalde tras la muerte de Fernando MacDowell, segundo de Crivella, en 2018. El alcalde electo, Eduardo Paes, dijo que conversó con Felipe para continuar con el trabajo de transición de mando.

Crivella había intentado convertir a la agenda anticorrupción como uno de los ejes de la campaña en la que acabó derrotado. El alcalde había vaticinado que su adversario, Paes, acabaría siendo preso por su gestión en la alcaldía de Río, una de las ciudades más importantes de Brasil, entre 2009 y 2016.

En la misma operación de esta mañana fue preso el exconcejal Fernando Moraes. Las autoridades también buscan al exsenador de Río Eduardo Lopes, que hasta el momento no fue encontrado.

El pastor llegaba al fin de su mandato con una popularidad baja, luego de varios escándalos que acompañaron su mandato, iniciado en 2016. Crivella había logrado sortear cinco pedidos de impeachment en la cámara de legisladores de Río, el último de ellos por presuntamente haber utilizado empleados para intimidar periodistas en la cobertura de la pandemia.

Río es sacudida una vez más por el involucramiento de una de sus principales autoridades en escándalos de corrupción. El 28 de agosto, el gobernador del estado, Wilson Witzel, fue suspendido de su cargo por presuntos desvíos en recursos destinados al combate a la pandemia del Covid-19.