The Washington Post Especial / Clarín, John Mintz, 11.03.1999
Con partes de su vasto negocio en decadencia, la Iglesia de la Unificación presidida por el reverendo Sun Myung Moon ha descubierto ganancias en una de las menos conocidas de sus empresas: la fabricación de armas. La empresa de armas de Moon, que ya tiene cuatro años de existencia, la Kahr Arms, prosperó en medio de fervorosas críticas por la fabricación de sus pequeñas pero potentes pistolas. El mes pasado, Kahr Arms se expandió y compró la compañía que fabrica los legendarios revólveres Tommy, usados en los enfrentamientos de la mafia durante los años 20. La conexión entre Karh Arms y la Iglesia de la Unificación, presidida por Moon, pasó casi inadvertida tanto dentro de la cerrada industria de las armas como entre miembros de la Iglesia. La rama empresarial de la Iglesia, cuyos integrantes creen que Moon es el mesías se negó a aclarar su participación en el negocio.
Un antiguo miembro reveló que durante años los líderes de la Iglesia trataron de ocultar la participación del movimiento en Kahr Arms. Temían tener dificultades si lo descubría algún grupo contrario a las sectas, comentó. Pero un estudio a los archivos empresariales, así como entrevistas con expertos en el sigiloso imperio Moon, muestran las conexiones existentes entre la red empresarial de la Iglesia y Kahr Arms. Kahr, que se encuentra en Massachusetts, es controlada por Kook Jin Justin Moon, de 28 años, el mayor de los hijos de Moon, considerado el segundo en jerarquía dentro del imperio multimillonario del reverendo.
Algunos antiguos miembros de la Iglesia ven una contradicción entre las enseñanzas de la Iglesia y su participación en la venta de armas.Me parece una hipocresía que alguien que defiende la paz y dice estar completando la obra de Jesús fabrique también con fines de lucro un instrumento cuyo único propósito es asesinar gente, comentó Tom Díaz, autor de un nuevo libro que critica la industria de las armas de fuego.Hace dos años, un desmoralizado miembro británico de la Iglesia escribió a Moon informándole que abandonaba el movimiento por la participación en el negocio de las armas. Me gustaría preguntarle si usted, como fundador de una organización religiosa que tiene la paz mundial como uno de sus objetivos, considera apropiada la fabricación de armas para su venta en el mercado, escribió.
En los últimos años, 31 Estados norteamericanos aprobaron leyes, fomentadas por la Asociación Nacional del Rifle, que permiten a la gente transportar armas ocultas. Además, en 1994, el gobierno de Estados Unidos prohibió la fabricación de armas capaces de cargar más de 10 balas. Imposibilitada de vender modelos más populares que disparan hasta 21 balas, la industria buscó nuevos productos. Así, Kahr encontró un nuevo segmento del mercado que explotar: las pistolas pequeñas pero bien hechas, capaces de disparar ocho o menos balas de calibre 9 mm. L
os médicos de emergencia dicen que la proliferación en esta última década de revólveres de ese calibre aumentó dramáticamente los heridos de bala.El modelo K9 de Kahr es la 9 mm de bolsillo perfecta, según indica una publicidad. Son usadas por policías pero no son populares entre los criminales, a raíz de que su precio asciende a 750 dólares. Un motivo para la expansión de la Iglesia de la Unificación al negocio de las armas sería que Moon siempre invirtió dinero en empresas en las que sus hijos tenían algún interés personal. Compró un estudio de grabación en Manhattan, por ejemplo, para un hijo que era músico de rock y campos con caballerizas para otros dos que participaron de equipos ecuestres en los Juegos Olímpicos de Corea. En el caso de Kahr, el mayor de los Moon se sintió atraído por la industria de las armas a raíz de que sus hijos las tienen como hobby.
PERFIL
Un imperio millonario
En 1965, tras anunciar que visitaría las 40 naciones elegidas por Dios, con cabecera en los Estados Unidos, el reverendo Sun Myung Moon llegó por primera vez a la Argentina. En esa ocasión bendijo la plazoleta que está detrás de la Casa Rosada, lugar reverenciado hoy por sus seguidores locales.El imperio multimillonario de Moon fijó luego a Uruguay como cabecera de playa para América latina.La secta Moon, formalmente conocida como Iglesia de la Unificación del Cristianismo Mundial, adquirió en Montevideo el lujoso Hotel Victoria Plaza, que integra la llamada Compañía Hotelera del Río de la Plata. También compró el Banco de Crédito y el diario Ultimas Noticias. Además trascendió, sin que se confirmara, que hizo inversiones en el club Peñarol.En la Argentina invirtió en campos y en el diario Tiempos del Mundo.Sus fieles suman más de cinco millones en todo el mundo, con representaciones en 185 países.El reverendo Moon nació el 6 de enero de 1920 en un pueblo de Corea del Norte. Según sus palabras, poco después de cumplir 15 años se le apareció Jesucristo y le pidió que sea su continuador. El líder coreano sostiene que Cristo fracasó en su misión por aliarse con los pobres, por lo que su Iglesia busca completar esa fallida tarea aliándose con los poderosos y los ricos.La Iglesia, fundada en 1954, se extendió rápidamente gracias a los contactos de Moon con empresarios y jefes de Estado.Como ferviente anticomunista, hizo buenas migas en Chile con el ex dictador Augusto Pinochet y participó del golpe militar de García Meza en Bolivia. Entre sus seguidores está el ex presidente estadounidense George Bush.