El Periódico (España), Germán González y J Alabat, 24.02.2025
Cuando en 2022 la Federación de Entidades Religiosas Evangélicas de España (FEREDE) tuvo conocimiento de presuntos abusos sexuales en la iglesia evangélica Samaria de Terrassa «se aplicó de inmediato el protocolo previsto, retirando cautelarmente la acreditación como ministro de culto al pastor involucrado en los hechos», José García. Así lo hace constar esta federación en un comunicado en que añade que se dio de baja a Samaria como miembro, aunque recuerdan que esta congregación «no mantenía comunicación y relación con el resto de las iglesias evangélicas de la región».
Sin embargo, varias víctimas que han denunciado abusos sexuales por parte de miembros de la cúpula de Samaria han asegurado a EL PERIÓDICO que, tras su suspensión en 2022, el pastor siguió predicando en «conferencias privadas clandestinas». Remarcan que
el pastor alquilaba locales y allí acudían los feligreses que «decidieron seguirlo y no creer los abusos denunciados». Entre estos seguidores estaba T. A., que está siendo investigado por un juzgado de Terrassa por una agresión sexual a dos jóvenes cuando eran menores.
Las víctimas también han explicado que la familia del pastor y este denunciado han acudido a la iglesia evangélica Palabra Viva que ahora se ubica en la misma sede que Samaria, aunque se trata de otra congregación diferente. Precisamente, este centro de culto ha asegurado tras conocerse las denuncias contra los líderes de Samaria que condenan «de manera rotunda y contundente cualquier forma de abuso contra las personas, y se desvincula completamente de esta comunidad y de los hechos que se le atribuyen».
Palabra Viva remarca también que las denuncias respecto a Samaria «no representan a nuestra iglesia, que tiene una trayectoria de servicio y compromiso con la ciudad». Añaden que «ante la gravedad de los hechos, nos solidarizamos con las personas que han sido afectadas por los comportamientos denunciados y rechazamos cualquier acción que vulnere los principios cristianos de amor, respeto y dignidad».
Denuncia de manipulación
La denuncia presentada en los juzgados de Terrassa detalla la «gravísima manipulación» de los representantes de Samaria, ya que presuntamente «se aprovechaban de los feligreses» para pedirles el 10% de sus ingresos además de donaciones de bienes y cantidades de dinero «exorbitantes». Para difundir más sus peticiones la congregación tenía una emisora de televisión propia, otra de radio y también redes sociales por las que difundía las intervenciones del pastor.
Además, las víctimas explican que pedían dinero para hacer un templo mayor capaz de albergar a unas 5.000 personas, aunque no llegó a buen puerto. «Bajo la promesa de la construcción de una nueva iglesia justificaban el estar solicitando continuamente aportaciones económicas y lo único que los feligreses han visto aumentar es el poder adquisitivo de la familia del pastor y otros», señala la denuncia presentada por Vosseler Abogados, representantes legales de las víctimas, en el juzgado. En este sentido, algunas víctimas destacan que los fondos que podrían haber sacado con esta recolecta de dinero superaría los 800.000 euros. «Todos los fines de semana pidiendo apelando a la fe de los que asistían y al final el pastor dijo que se lo habían robado y nadie le pidió explicaciones», destacan las víctimas.
Una «vida» en Samaria
Otra de las víctimas de presuntos abusos por parte de uno de los miembros de Samaria ya fallecido, Débora, cuenta que «nació» en la congregación, ya que sus padres se conocieron ahí y también iban sus abuelos. Por eso, destaca que desde pequeña su vida giraba en torno a la congregación y que pasaba prácticamente allí todo el tiempo que no estaba en la escuela. «Ellos se encargan de que no conozcas otra cosa», remarca.
Desde pequeña la hacían ver vídeos sobre el infierno así como mensajes de que podría perder a su familia si Dios aparecía de repente y se la llevaba al Cielo. Por eso destaca que desarrolló «miedo» al infierno que junto con los abusos hizo que desarrollase desde pequeña ataques de ansiedad, hasta que con 19 años explotó y salió de la congregación.
«Me diagnosticaron una depresión mayor y empecé a medicarme» cuenta la víctima quien destaca que «no podía contar nada a nadie de mis dudas sobre un dios castigador y mis obsesiones con el infierno o quedarte sola aquí si todos iban al Cielo», como le decían en la iglesia.
En este sentido, cualquier catástrofe natural era explicada a los miembros de la congregación como una muestra de que el fin del mundo se acercaba, incluso la victoria de Donald Trump en las elecciones de 2017. Ahora, tras un proceso lento de sanación ha podido recuperar su vida.
El amigo «guarda el secreto»
En uno de sus mensajes de hace unos cinco años por el canal Samaria TV, el pastor José García hace una alusión a la cercanía con Dios y con Jesús: «Si ustedes hacen lo que yo les digo serán mis amigos, el amigo sabe lo que hace su amigo pero los siervos no.
El amigo es el que ha alcanzado confianza con Dios y Dios le dice guarda el secreto y él lo guarda. El amigo es el que no traiciona el amigo, es el siervo fiel y Dios le dice ‘te pondré sobre muchos'».