EFE (España), 20.02.2025
Un juez investiga a un responsable de las actividades de ocio de la iglesia evangélica Samaria de Terrassa (Barcelona) que presuntamente agredió sexualmente a dos menores, y ha derivado a la Fiscalía de Menores la denuncia contra una segunda persona de la comunidad, de 16 años.
Según el auto del juzgado de instrucción número 4 de Terrassa, avanzado por ‘El Periódico’ y al que ha tenido acceso EFE, el juzgado ha abierto diligencias de investigación contra el responsable de las actividades de ocio, a quien los denunciantes acusan de agredirles sexualmente de forma continuada.
En cuanto al otro denunciado por agresión sexual, que era menor de edad cuando presuntamente cometió la agresión, el titular del juzgado ha dado traslado a la Fiscalía de Menores, a fin de que lleve a cabo las diligencias oportunas.
Uso de técnicas de manipulación
Los denunciantes, representados por el despacho Vosseler Abogados, sostienen en su escrito que el responsable del ocio utilizó técnicas de manipulación para lograr sus fines y luego encubrir los ilícitos que habría llevado a cabo.
Según el escrito, en uno de los casos, después de que el denunciado le agrediera por primera vez con 15 años en 2013, mientras hablaba de «lo malo que era el pecado de la masturbación» y culpaba al menor de la agresión, comenzó contra él una estrategia de «manipulación» y «persecución».
No sería hasta 2019 que el joven, que hasta entonces no quería contar lo ocurrido por temor a que no le creyeran, explicó lo que había pasado a la hija del pastor de la comunidad, lo que desembocó en una reunión donde presuntamente el responsable de actividades lúdicas admitió los hechos.
La denuncia sostiene que en la reunión, a la que al parecer también acudió un policía que, presuntamente, escuchó la confesión y encubrió los hechos, pidieron a la víctima que no tomara ninguna acción contra el presunto agresor.
Un segundo caso
En cuanto al segundo caso, el denunciante subraya que cuando tenía tan solo ocho años, otro joven de 16 aprovechaba rincones en la iglesia para agredirle sexualmente al menor de forma continuada, hechos que pasaban desapercibidos para los adultos.
«Aprovechaba la mínima ocasión para llevarse al menor y practicarle todo tipo de agresiones sexuales», subraya el texto.
Ya de adolescente, entró en contacto con el responsable de ocio de la comunidad evangélica, que también comenzó a agredirle de forma continuada y le obligaba a desnudarse para hacerle tocamientos y masajes, según el escrito.
«Más allá en las agresiones sexuales allí relatadas, debemos hacer hincapié en la gravísima manipulación de la organización de la Iglesia Samaria», subraya el documento, que también indica que, previa manipulación, esta comunidad se lucraba de los fieles mediante la obligación de pagar el diezmo.