infobae (Kenia), 8.07.2024
El juicio contra Paul Mackenzie, líder de una secta cristiana en Kenia, y otros 94 coacusados por cargos de terrorismo, ha arrancado este lunes en un tribunal de Mombasa, que deberá dirimir su responsabilidad en la muerte de más de 400 personas en una zona boscosa de la ciudad norteña de Shakahola.
El Ministerio Público de Kenia ha afirmado en una primera sesión ante la magistrada principal, Leah Juma, que la secta era una entidad bien estructurada y eficiente que contaba con un sofisticado sistema de gobierno, redes de tansporte y medidas de seguridad. La Fiscalía presentará a lo largo del proceso numerosas pruebas documentales, mientras que contará con los testimonios de hasta 90 testigos. Mackenzie está siendo juzgado junto a otros 94 coacusados por una batería de cargos, según ha recogido la cadena KBC.
En concreto, entre la lista de cargos se encuentra asesinato, homicidio, agresión, participación en actividad criminal, radicalización, facilitación de la comisión de un acto terrorista y posesión de artículos conectados a delitos que recaen bajo la Ley de Prevención del Terrorismo.
Los principales líderes de la secta instaron a los adeptos a practicar el ayuno hasta la muerte bajo la promesa de que se encontrarían con Jesucristo en una nueva vida. Durante meses, las autoridades realizaron excavaciones y exhumaciones en grandes extensiones de bosque, donde se encontraron más de 430 cuerpos.
El presidente de Kenia, William Ruto, describió a Mackenzie como un «terrible criminal», mientras que su Gobierno anunció que convertirá el bosque en un «memorial nacional» para las víctimas. Por su parte, el ministro del Interior, Kithure Kindiki, consideró la masacre como «la peor brecha de seguridad en la historia del país».