20 Minutos (España), 26.04.2023

El ministro de Interior de Kenia, Kithure Kindiki, ha abierto la puerta a una mayor regulación de los espacios de culto en el país después de que la Policía de Kenia hallase 46 cuerpos enterrados en fosas comunes en unos terrenos propiedad del líder cultista keniano Paul Mackenzie Nthenge, autoproclamado líder de una secta del condado de Kilifi, en la costa del país.

En un comunicado, el ministro de Interior ha condenado los hechos: «Lo que ha ocurrido en la masacre del bosque de Shakahola (la zona donde han encontrado las fosas comunes) es el más claro ejemplo de abusos en un lugar constitucionalmente protegido para la libertad de culto. ‘Prima facie’, se han cometido crímenes a gran escala bajo la ley de Kenia, así como las leyes internacionales».

La cadena keniana KBC ha elevado a 46 el último balance de fallecidos encontrados en los terrenos del cultista Paul Mackenzie Nthenge, que ahora mismo se encuentra en la cárcel bajo sospecha de influir a sus seguidores para que ayunaran hasta la muerte.

«Aunque el Estado sigue respetando las libertades religiosas, este horrible ataque a nuestra conciencia debe conducir, no sólo al castigo más severo de los autores de la atrocidad cometida contra tantas almas inocentes, sino a una regulación más estricta, incluida la autorregulación, de todas las iglesias, mezquitas, templos o sinagogas en el futuro», ha añadido Kindiki.

Además, ha informado de que visitará la localidad este martes, mientras que la zona, de más de 300 hectáreas, está clausurada y siendo investigada como una escena del crimen.

Mackenzie, cabecilla de la llamada Iglesia Internacional de las Buenas Noticias, se entregó por vez primera a la Policía el mes pasado, después de que dos niños murieran por inanición delante de sus padres, miembros de la secta. Tras ser liberado bajo fianza, volvió a ser arrestado el 15 de abril.

Otros once miembros de la secta o sus hijos se encuentran ingresados en estado grave, tres de ellos en estado crítico, después de ser hallados languideciendo en un bosque en el principio de las investigaciones sobre las fosas comunes.

También fue hallada con vida una mujer escondida en la finca del líder cultista. La mujer, según la Policía, se encontraba «al borde de la muerte», también por inanición, aunque intentó resistirse a los agentes que intentaban trasladarla a un hospital para recibir atención médica urgente.