Castellón Plaza (España), Marta Moreira, 20.02.2025
En 1995, hace justo 30 años, vio la luz un disco icónico que mezclaba la energía del hardcore punk con mantras y melodías vocales que encerraban mensajes de espiritualidad y pensamiento positivo. Recordamos los orígenes del krishnacore de la mano de algunos músicos españoles que se adhirieron a esta corriente
En su libro de memorias, titulado From Punk to Monk, Ray Cappo explica su transición desde la escena punk hacia la filosofía Hare Krishna. Al parecer, su interés por la espiritualidad comenzó en realidad a una edad temprana. La adhesión a la corriente del hardcore straight edge, que aboga por el vegetarianismo y el estilo de vida saludable -y por tanto rechaza de plano el uso de alcohol y drogas- fue solo un primer paso en su camino hacia el autocontrol y el concepto del cuerpo como templo.
Como vocalista y letrista de Youth of Today, una de las bandas seminales del sXe surgidas a mediados de los ochenta, Cappo tuvo la oportunidad de difundir su mensaje de sobriedad ante miles de jóvenes. Sin embargo, según cuenta él mismo, en su fuero interno existía un anhelo de expansión espiritual que permanecía insatisfecho. La muerte de su padre fue la razón definitiva para dejar su banda y comprar un billete a la India en busca de respuestas. Allí vivió como monje en la ciudad sagrada de Vrindavan, conoció a todo tipo de “personajes extraordinarios”, presenció actos profundos de devoción y experimentó momentos de conexión divina. A su regreso a Estados Unidos, fundó un nuevo proyecto musical con el propósito de compartir las enseñanzas y la filosofía Hare Krishna. El grupo se llamaba Shelter; “refugio” en inglés.
No era la primera vez que los seguidores del hardcore se exponían a estas ideas. Ese mérito lo tiene la banda neoyorquina Cro-Mags, cuyo vocalista, John Joseph, era devoto de la comunidad Hare Krishna, que tenía su sede en un templo del Lower East Side. El álbum debut de Cro-Mags, The Age of Quarrel (1986), ya hacía referencia a la filosofía védica -surgida en la India, pero históricamente anterior al hinduismo- y hablaba específicamente del concepto del Kali Yuga, la era de la discordia y el conflicto según los textos hindúes.
30ª aniversario de Mantra
Shelter inició su trayectoria discográfica con Perfection of Desire (Revelation Records, 1990), título que vino seguido de Quest for Certainty (1992) y Attaining the Supreme (1993). Su debut en el sello Roadrunner vino de la mano de Mantra (1995), un LP icónico que muchos consideran su mejor trabajo hasta la fecha -la banda continuó publicando nuevo material hasta 2006-. Este año se celebra por tanto el 30ª aniversario de este disco, que desde el año pasado viene acompañado de una gira que recalará en Europa (aunque no en España por el momento).
Menos agresivos y más melódicos que Youth of Today, Shelter fue desde el principio un grupo culturalmente vinculado al hardcore, pero musicalmente más cercano al crossover característico de la década de los noventa. Fue un periodo con pocos prejuicios en ese sentido; había muchos grupos que jugaban simultáneamente con el punk, pop, metal, funk o el rap. Uno de estos grupos crossover fue Psilicon Flesh, cuyo guitarrista, Matías Coulón, se declaró acérrimo fan de Shelter desde el primer momento. De hecho, él también se convirtió en devoto de Hare Krishna.
Actualmente, Matías compagina su existencia como monje y su trabajo en el campo de la neuroterapia con varios proyectos musicales: Intercellular Jazz Collective, que es una banda online de música improvisada formada por una veintena de músicos de todos los continentes; Umati, un proyecto que comparte con su pareja e integra mantras, y el regreso de los madrileños Psilicon Flesh, que han vuelto a la palestra porque han comenzado a reeditar sus discos en Subterfuge Records.
Undrop y el anuncio “Krishna” de Pepsi
El sello madrileño fue casualmente también el que lanzó a la fama a otro grupo con mensaje Hare Krishna: Undrop. La banda formada por los hermanos suecos Tomas y Steffan Rundquist -ambos devotos- y el abulense Antonio Crespo se encaramaron a las listas de éxitos a finales de los 90 gracias a una canción titulada “Train” que fue escogida para protagonizar un anuncio de Pepsi. Carlos Galán, fundador de Subterfuge, les convenció para hacerlo haciéndoles ver que así podrían difundir el mensaje Hare Krishna a las masas. La letra de la canción, de hecho, era bastante transparente en este sentido:
Let’s give thanks and praises to the supreme
By singing his glories over and over and over again
Using Sri-krsna-cattanya-Prabttu-
Neyananda. Sri – Advaita gadadhara
Srivasad – Gaura Bhatka Vrnda
Hare Krsna Hare Krsna Krsna hare Hare
Hare Rama Hare Rama Rama Rama…
Pero volvamos con Matías Coulón. “Para mí, descubrir el krishnacore fue como abrir una puerta luminosa, porque yo en ese momento ya era devoto y había iniciado mi camino para ser monje y, por otra parte, llevaba unos diez años escuchando hardcore. Así que cuando descubrí la música de grupos como 108 y Shelter y vi su aspecto de devotos, fue muy refrescante para mí, tanto en el sentido filosófico como en el musical. Creo que esta variante del hardcore tuvo un gran impacto en mucha gente, también en España, porque estaba alineado con el Straight Edge y todas las filosofías del cuidado, que son ideas de gran valor para cierta parte de la juventud”. “Para mí, el Mantra de Shelter fue una bomba porque mostró un camino que estaba más allá del hardcore de combate, y eso fue muy trascendente e inspirador”, concluye.
Tras las huellas de Shelter en Valencia
En 1993, la banda de punk Nocivo había dejado de tocar, “excepto por algunas reuniones esporádicas en el Kasal Popular de la calle Flora”, y Jorge Carod, que también había militado anteriormente en Foreword, se había quedado sin banda. Fue poco depsués cuando arranca Wallride, un grupo de hardcore melódico compuesto por Laura Marco como vocalista, Jorge como baterista, Manuel Micó y Rafa Segarra como guitarristas, y Rubén Vázquez como bajista. “Tanto Wallride como Ownfight, donde cantaba yo, teníamos una relación muy especial con el movimiento Straight Edge. No solo musicalmente, sino también de una manera activa. Éramos muy fans de bandas como Youth of today, Bold o Gorilla Biscuits -recuerda Carod-. Era una manera de entender la música más positiva y sana de la que habíamos vivido a nuestro alrededor a finales de los ochenta en la capital del Turia”.
“El primer disco que escuché de krishnacore fue una cinta que me grabó Jordi, fundador del sello barcelonés BCore, en su casa. Fue el EP In defense of Reality, de Shelter. Me voló la cabeza. Pero mis discos preferidos dentro del género son el Mantra de Shelter; Best Wishes, de Cro-Mags y, en castellano, En guerra con el mundo material, de la banda argentina Superalma.
El krishnacore traía consigo un mensaje, pero también algunos rasgos estéticos. Jorge recuerda la primera vez que vio a Francisco, su compañero en Ownfight, llegar a un ensayo con un corte del pelo a lo John Porcell (compañero de Ray Cappo en Youth of Today y más tarde en Shelter también, y también convertido en devoto). “Vino con una coletilla como la que sale en la portada del EP Ray&Porcell de 1991. Justo en ese momento, en muchos de los fanzines nacionales se empezaba a criticar a Ray Cappo y a Youth of Today por flirtear con el movimiento Hare Krishna. Tanto Francisco como yo empezamos a leer algunos libros de Bhagavad Gita, el texto sagrado hinduista. Paralelamente, descubrimos otras bandas como 108 y también a nuestros amados Cro-Mags. Realmente, en nuestro caso todo se quedó en lo musical. Éramos muy jóvenes y queríamos descubrir e investigar”.
Recuerdo que llevábamos meses esperando la salida de Mantra, y cuando lo escuchamos fue increíble. Superó todas nuestras expectativas, a nivel de producción, de composición, de ejecución. De hecho, creo que es el mejor disco de su carrera y que ha envejecido muy bien. A los pocos días incluimos en los conciertos de Wallride una versión de la canción «Empathy”. Y, unos años después, en 2000, tuvimos la suerte de tocar con Shelter en Barcelona.
El podcast espiritual de Cappo y Porcell
Laura Marco, cantante de Wallride, sí ha llevado su interés por el Hare Krishna a un nivel más profundo. Nos responde desde Australia, país donde reside desde hace años. “La verdad es que me metí en esto por casualidad. Cuando descubrí a Shelter con 17 años no tenía ni idea de que era un grupo Hare Krishna o que el mensaje de las letras tenía esta parte espiritual. Básicamente, me enamoré de la música por las melodías”.
“Ese disco cambió mi vida, sobre todo porque yo hasta ese momento no era una persona espiritual ni nada por el estilo -comenta-. Desde la primera canción, cuando empieza con el chanting (los cánticos) en el tema introductorio, “Message of the Bhagavat”, algo resonaba en mi interior. La música y las letras me llamaban por una razón, aunque yo no fuese consciente en ese momento. Es uno de mis discos de referencia del hardcore melódico y ahora, con 47 años, todavía tiene todavía más sentido, porque ese mantra con el que se inicia el disco me llevó a cómo me siento espiritualmente ahora mismo”.
“Durante la pandemia empecé a escuchar, por recomendación de un amigo, el podcast de Raghunath Cappo -el nombre espiritual de Ray-, Wisdom of the Sages. Es un podcast diario que se graba en directo por Zoom. Yo estaba atrapada en Australia, sin poder ir a España, echando mucho de menos a mi país, mi familia y mis amigos, y pasando un proceso delicado con mi matrimonio. Ya había conocido a Ray hacía muchos años, cuando tocamos Wallride con Shelter, pero fue a raíz del podcast cuando reconectamos y empezamos a entablar una amistad muy bonita. Ahí es cuando empecé a encontrar sentido a las letras de Shelter que yo escuchaba a los 17 años, y que nunca había dejado de escuchar durante todos estos años. Me gustó mucho la manera que tiene él de explicar la espiritualidad, con su humor característico. A raíz del podcast también establecí amistad con Porcell y con el resto de la comunidad de Wisdom of the Sages. Un año después de la pandemia, me fui a Nueva York a un retiro de yoga que organizaba Ray. Fue una experiencia muy interesante y mágica. Ese mismo verano me fui de gira con Youth of Today por Europa y fue increíble también”.
“Para mí, descubrir la comunidad Krishna Consciousness me ha ayudado a encontrar las respuestas a las preguntas que siempre me había hecho a mí misma -concluye-. Me siento protegida, a pesar de que estoy muy lejos de España y de mi familia”.