El País (España), Santiago Fernández Puentes, 6.12.1999

La denuncia que destapó este caso en 1997 provino de uno de los familiares de Virginia, de ahora 7 años. La pequeña vivía con sus padres en la colonia infantil Niño Sergio. Un día a su madre le diagnosticaron un cáncer fatal y sus padres volaron hasta Perú donde les dijeron que alguien lo podía curar. No fue así y la mujer murió. Antes de que el padre de Virginia volviera, la familia de la madre presentó una denuncia que llevó a la inspección del centro y a la posterior salida de los cinco menores hacia centros de acogida de la Junta.El caso de Virginia es el primigenio y ya está solucionado judicialmente, aunque no en la práctica. La sentencia que le daba la razón a la colonia de Constantina y se la quitaba a la Junta es de octubre, aunque la vista acabó en marzo. Virginia aún no está en donde dice la justicia.

El paso a seguir ahora es un encuentro entre el abogado de la colonia infantil, el psicólogo, el representante de la Junta y el juez de Familia Francisco Serrano para estudiar los modos y los tiempos del regreso de Virginia a Constantina. Después de la niña, le tocará el turno al juicio sobre Jesús, que está ahora mismo con una familia de acogida. Víctor -como se escapó- aunque la sentencia se conoce desde ayer lleva desde el verano en el Niño Sergio.

El abogado José Antonio Bosch no quiere hacer sangre del caso, pero sí pide que «cuando haya niños bien vestidos, educados y sanos no se intervenga a a ligera, ya que hay mucho niño que necesita protección urgente en otros lados».