El Punt Avui (España), Mireia Roureda, 2.02.2020
Traducido por Miguel Perlado, original en catalán: https://bit.ly/2ScY3l4
¡Captados! Todo el que debes saber sobre las sectas (qué son, cómo funcionan, quién es susceptible de caer bajo su influencia, el peligro que comportan….). Lo podéis consultar en el libro que acaba de publicar Miguel Perlado, psicólogo clínico y psicoterapeuta que interviene también como perito especialista en los juzgados.
– En Cataluña, prácticamente no se habla de sectas. ¿Existen?
Y tanto: desde la Iglesia de Scientology o Brahma Kumaris, hasta Moon –que veneran las armas y en los EE. UU. bendicen sus ametralladoras– o algunas iglesias evangélicas, sobre todo pentecostales. No son sectas por sus creencias, sino por su exigencia de una devoción acrítica hacia una persona, idea u objeto, con elevados niveles de control sobre las personas, generando una dependencia existencial sobre sus seguidores, a quienes se aísla mentalmente y de sus relaciones, distorsionando la doctrina religiosa…
– Estas “sectas” a las que se refiere, acuden a las recepciones oficiales y ¡participan en la Noche de las Religiones!
E incluso han conseguido estar registradas por el Ministerio de Justicia. Y les interesa mucho poderse fotografiar con políticos y miembros de otras religiones. Hacen ver que son una entidad religiosa, pero solo lo son de cara afuera. A puerta cerrada, son y hacen otra cosa. Creo que las instituciones deberían tenerlo en cuenta para proporcionar herramientas para que sus seguidores tuvieran claro qué es aquello que es éticamente permisible y qué supone una desviación. Lo explico en el libro: hay prácticas espirituales o religiosas que ayudan las personas a ser más autónomas y les ayudan a crecer, mientras que hay prácticas que promueven una dependencia patológica y nociva. Últimamente, bajo el paraguas de la new age se amparan otras muchas. Quizá las instituciones religiosas deberían disponer de una suerte de manual de buenas prácticas para dar indicadores a sus feligreses, para que sean capaces de reconocer aquello que es aceptable de aquello otro que ya no lo es.
– Pero alguno de estos grupos, al menos en Cataluña, participan en grupos de diálogo interreligioso.
Sí. Y lo hacen para legitimar su discurso. Buscan las rendijas por donde introducirse en la sociedad. Después, si se los persigue judicialmente dirán que es por sus ideas. Y no es así. Hay muchas personas que han sido captadas y han sufrido graves daños: explican que se los controlaba, que se les impedía la comunicación, que les reinterpretaron toda su realidad, que se les denigró o humilló… Si bien de cara afuera son muy amables, de eso no hay duda.
– En una de sus páginas web, Educasectas.org, menciona también sectas que tenemos entre nosotros.
Sí, como el Yoga Esotérico, que tiene mucha penetración en nuestro país y que se extiende también por América Latina, sobre todo entre las mujeres, a las que usan para hacer videochats de carácter pornográfico. Pero esto siempre pasa al final. Antes de llegar a este punto, todo son actividades de crecimiento personal, tantra-yoga, etc. También encontramos al Movimiento Gnóstico, la rama de Samael Aun Weor. En Barcelona, funcionan en pisos y el nivel de daño que causan es potente. Hace pocos años, predicaban el fin del mundo y los fieles, claro, tenían que dejar todas sus posesiones. Lo mismo pasó en Tarragona hace unos años con Energía Universal y Humana cuando aseguraron que subiría el nivel del mar y eso sería el fin.
– ¿Y los gurús de la secta?
Su principal ganancia es el ego, en el sentido que esta gente llega a ser alguien mientras que logran anular a sus seguidores. Hacen como los maltratadores: yo no quería pegarte, pero lo tengo que hacer por tu bien. Pero sí, aparte del ego, también acceden a dinero, sexo… son otras ganancias extra.
– ¿Y el Opus Dei?
Funciona como una secta: hay un grado de control evidente, una devoción a su fundador, transgresiones del secreto de confesión… Lo mismo que observamos entre los Testigos de Jehová o los Legionarios de Cristo, que han generado, como bien se sabe ahora, mucho dolor a sus víctimas. Y sigue funcionando, como puede ser el caso de Humana, en otro orden de cosas, que tiene detrás el grupo maoísta TVIND, cuyo líder está bajo investigación y con orden de búsqueda y captura por la Interpol. Pero, mira: ¡hay contenedores por todas partes!