The New York Times (Estados Unidos), Nicole Hong, Michael Rothfeld y Tiffany May, 17.08.2024

Fundado en China a principios de la década de 1990, el Falun Gong inquietó a los funcionarios del gobierno chino y pronto fue objeto de una brutal represión. Aun así, ha florecido.

Los carteles son reconocibles al instante, un elemento habitual en las vitrinas de todo el mundo cada vez que el espectáculo de artes escénicas Shen Yun llega a la ciudad. Con gráciles bailarinas ataviadas con trajes ondulantes, los anuncios prometen un vistazo a la “China antes del comunismo”.

El espectáculo es una de las partes más visibles del movimiento espiritual Falun Gong, cuya historia de tres décadas incluye una brutal represión en China, denuncias de que a sus miembros se les extrajeron órganos y una campaña de represión transnacional que continúa hasta el día de hoy.

Desde su introducción en China hace unos 30 años, el Falun Gong ha ganado adeptos en todo el mundo, incluyendo inmigrantes chinos y practicantes no chinos. Ellos han exaltado los beneficios de sus ejercicios de meditación para la salud.

Es difícil obtener estimaciones precisas del número de seguidores de Falun Gong porque el movimiento no tiene un sistema formal de afiliación. El departamento de prensa de Falun Gong afirma que tiene seguidores en más de 100 países, incluidos unos 10.000 que viven en Estados Unidos.

¿Cómo empezó el Falun Gong?

En 1992, un exempleado de una corporación de cereales llamado Li Hongzhi comenzó a dar conferencias por toda China para presentar una nueva disciplina espiritual llamada Falun Gong, también conocida como Falun Dafa.

En aquella época, los antiguos ejercicios basados en la energía —conocidos como qigong— estaban ganando popularidad, como parte de un renacimiento de la vida religiosa tras la muerte en 1976 de Mao Zedong, el líder chino que había intentado acabar con la cultura tradicional.

Li prescribía una serie de ejercicios que incluían movimientos lentos de manos y brazos para hacer circular la energía por el cuerpo. Los practicantes de Falun Gong realizan los ejercicios en parques públicos, meditan y leen los textos de Li, conocidos como “estudio de Fa”.

En entrevistas, practicantes y expracticantes de Falun Gong afirmaron que Li les dio un sentido a sus vidas, ofreciéndoles una hoja de ruta para convertirse en personas más morales. Muchos dicen que después de empezar a practicarlo sus enfermedades se curaron.

Alrededor de 1995, Li empezó a llevar sus conferencias al extranjero, a ciudades como Sídney (Australia) y París, creando una base mundial de seguidores. Unos pocos años después, comenzó a dirigir el movimiento desde su nuevo hogar en Nueva York, donde se había establecido con su familia.

¿Cuál es el sistema de creencias del Falun Gong?

Los principios fundamentales del Falun Gong son la verdad, la compasión y la tolerancia.

La práctica —que Li explica en su texto principal, Zhuan Falun— incorpora aspectos del budismo. Enseña a los seguidores a eliminar sus apegos y a mirar hacia dentro en lugar de culpar a los demás. El objetivo de la práctica es la iluminación.

Muchos practicantes de Falun Gong intentan evitar el tratamiento médico cuando están enfermos. Li enseña que la enfermedad es causada por el karma negativo y que puede eliminarse padeciendo dificultades y comprometiéndose con su método de “cultivación”. Los verdaderos creyentes en sus enseñanzas pueden expulsar la enfermedad de sus cuerpos sin tratamiento médico, asegura.
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Las enseñanzas de Li también contienen elementos místicos. Afirma que los practicantes avanzados pueden desarrollar poderes sobrenaturales, como la capacidad de levitar y ver a través de las paredes.

En las dos últimas décadas, las enseñanzas de Li han adquirido un tono apocalíptico. Con frecuencia ha hablado de cómo la práctica de Falun Gong puede salvar a la gente de la destrucción durante el “fin de los tiempos”.

¿Qué opina el gobierno chino del movimiento?

En abril de 1999, más de 10.000 seguidores del Falun Gong celebraron una concentración pacífica frente al recinto amurallado de la dirección del Partido Comunista en Pekín. La capacidad que tiene el Falun Gong para movilizar a sus seguidores inquietó profundamente a los dirigentes chinos, que desconfiaban de cualquier organización que no pudieran controlar.

Tras la manifestación, las autoridades prohibieron el Falun Gong y emitieron una orden de detención contra Li, quien ya se había mudado a Estados Unidos. El grupo fue declarado “secta maligna” en las portadas de los periódicos del partido. El movimiento ha negado vehementemente que sea una secta.

Según un informe de Human Rights Watch, miles de practicantes de Falun Gong fueron condenados a prisión o a campos de trabajo. Fueron golpeados en centros de detención hasta que renunciaron a sus creencias, y muchos murieron bajo custodia policial.

Las autoridades chinas han negado que los seguidores de Falun Gong hayan sido torturados.

En un comunicado, representantes de Shen Yun y Falun Gong afirmaron que los practicantes “siguen muriendo a manos de funcionarios chinos”.

El Falun Gong también ha señalado que sus seguidores fueron objeto de un programa masivo del gobierno chino para extraerles órganos mientras estaban en prisión.

Los funcionarios chinos han reconocido que los órganos de presos ejecutados eran una fuente primaria para las cirugías de trasplantes en los hospitales chinos, pero negaron las acusaciones de extracción de órganos de los practicantes de Falun Gong o de cualquier otro detenido.

Nicholas Bequelin, un miembro sénior del Centro Paul Tsai China de la Facultad de Derecho de Yale que ha documentado el uso de órganos de presos, y otros destacados expertos en derechos humanos en China, afirman que no hay pruebas de un programa sistemático para ejecutar a practicantes de Falun Gong por sus órganos. A algunos practicantes, como a otros presos chinos, se les pueden haber extraído los órganos si fueron ejecutados o murieron en prisión, dijo.

¿Qué relación tiene la persecución con Shen Yun?

En 2006, Li ayudó a crear Shen Yun, en parte para educar a un público más amplio sobre la persecución. Él y sus subalternos supervisan el grupo, y muchos practicantes consideran un honor sagrado que sus hijos sean seleccionados como artistas. Shen Yun afirma que su misión es revivir la cultura tradicional destruida tras la toma del poder por los comunistas en China.

Durante el espectáculo, de dos horas de duración, algunas de las piezas de danza de Shen Yun muestran a practicantes de Falun Gong siendo golpeados por bailarines vestidos de agentes de la policía estatal china, o introduciendo sus órganos ensangrentados en una caja.

Desde que comenzó la persecución, el ataque al gobierno chino ha sido un tema dominante en los escritos de Li. Ha dicho a sus seguidores que es su responsabilidad “aclarar la verdad” sobre el Partido Comunista Chino de diferentes maneras, entre ellas instando a la gente a ver un espectáculo de Shen Yun.

¿Ha continuado la persecución de Falun Gong por parte de China?

Sí. El mes pasado, dos hombres se declararon culpables en Nueva York de sobornar a alguien que creían que era un agente del Servicio de Impuestos Internos como parte de un complot para atacar a los practicantes de Falun Gong en Estados Unidos. Admitieron haber actuado como agentes ilegales del gobierno chino. Su objetivo, según los fiscales federales de Manhattan, era revocar la exención fiscal de una entidad dirigida por practicantes de Falun Gong.

Los dos hombres también habían vigilado a seguidores de Falun Gong en la sede del grupo en Orange County, Nueva York, según una entrevista del FBI citada en un documento judicial.

En otro caso reciente, fiscales federales de Florida acusaron a un hombre de facilitar información sobre miembros de Falun Gong a un agente de inteligencia chino.

Empleados del gobierno chino también han intentado anteriormente impedir las presentaciones de Shen Yun.

Unos años después de que Shen Yun se empezara a presentar en el Peabody Opera House de San Luis, Misuri, ahora llamado Stifel Theatre, un funcionario consular chino de Chicago hizo una visita para intentar convencer a los encargados del teatro de no permitir que el grupo actuara allí, según su director de contratación, Darren Hall.

En una entrevista, Hall dijo que el funcionario consular no ofreció ninguna razón, excepto que los miembros de Falun Gong hacen cánticos afuera de edificios y a veces cierran carreteras en China. Hall rechazó la petición.