Nació Digital (España), Guillem Maneja, 11.11.2023
Es domingo, 5 de noviembre, por la tarde. En una cafetería del Eixample de Barcelona se reúnen 20 jóvenes de entre 16 y 30 años. A lo largo del rato que dura el encuentro, destacan cuatro o cinco de ellos, que levantan la voz y explican su vivencia al resto en voz alta y de pie. Tiene un discurso persuasivo, aunque también incierto. Evitan los nombres de organizaciones o de cualquier negocio del cual puedan formar parte.
Al acabar uno de los speech, le preguntamos a la joven que lo ha liderado quién son y que hacen aquí: “Somos jóvenes que no nos conformemos, que queremos tomar las riendas de nuestra vida y de nuestra economía”, explica. Insistiendo, le preguntamos de nuevo y directamente le decimos si forman parte de algún grupo o asociación. La respuesta es: “IM Academy”. Y, sorpresa: tienen un largo currículum y no es nada bueno precisamente. Sin ir más lejos, el pasado 2022 la organización agrupó a miles de jóvenes a Badalona durante tres días en Semana Santa con la falsa promesa de conseguir su libertad financiera.
Siguiendo la búsqueda, se topa rápidamente con quién son este grupo que continúa activo y se entiende porque no mencionan la organización a la cual pertenecen en ningún momento. Los jóvenes reunidos a la cafetería animan otros que han convocado vía redes o de su entorno a escucharlos para convencerlos a formar parte. Lo hacen con el network marketing, la técnica de marketing que consiste en un modelo basado en la comercialización directa de los productos o servicios entre un vendedor y un cliente -en este caso, entre los cuatro o cinco líderes y los compañeros que han reunido-.
Así, los oyentes tendrán la opción de convertirse en líderes, formando una red de distribución que va creciendo e irá incorporando nuevos miembros. Una estafa piramidal que consiste en atraer a cuantas más personas mejor, porque con el nuevo dinero que ingresan, puedan pagar a los inversores más antiguos. El riesgo de un esquema piramidal es que funciona mientras haya nuevos participantes, porque en realidad no hay ninguna actividad o inversión real, sino que los nuevos miembros pagan directamente los presuntos beneficios de los inversores, con las aportaciones otros inversores, de tal manera que se quedan una parte.
“Yo no quería el estilo de vida que han tenido mis padres”
Así lo afirmaba uno de los primeros jóvenes en levantar la voz y tomar la palabra entre los asistentes, que lo escuchaban atentos y se dejaban llevar por su discurso. «Yo no quería acabar como mi madre. Suena un poco feo, pero yo no quiero el estilo de vida que han tenido mis padres». Y proseguía en la misma línea: «Con 24 años pasé un tipo de depresión porque estaba perdidísimo, buscaba algo más, tenía que trabajar, pero no quería, no me gustaba trabajar. Cuando trabajaba de camarero me cerraba en el lavabo y me dormía. Cuando tengo un trabajo muy monótono, como mozo de almacén, me cansa estar envolviendo regalos ocho horas cada día durante seis meses. Te da tiempo a pensar y, gracias a la vida, un amigo me presentó el proyecto y dije que sí de buenas a primeras. Cuando me lo presentó no entendí una mierda porque veía gráficos, números y tal, todo desordenado, pero el que tenía no me gustaba y tampoco llevaba hacia donde quería, así que me dije: “voy a probarlo”. Decidí darme cinco años y si no me funciona, siempre estoy a tiempo de trabajar, de echar el currículum en cualquier lugar. No tengo nada que perder y mucho que ganar», explicaba.
El resto aplaudían y lo escuchaban con atención. La segunda parte del discurso, fue enfocada a hablar sobre el network marketing. “Cuando lo escuché por primera vez, lo primero que pensé es que servía para engañar a la peña, pero conocí a María (nombre falso para proteger su anonimato) que me guió y me ayudó a entender que no era lo que pensaba”. El joven seguía el discurso animando al resto a probar esta metodología: “Es preocuparse y ayudar a la gente. Esto no es para todo el mundo, pero la gente que decide empezar puede iniciar su vida. Cada cual tiene sus sueños y objetivos y tú, puedes ayudarlos a través de esto. A mí me ayudó cuando no tenía ni idea sobre que hacer. El network es ayudar a las personas y, ¿a quién no le gusta ayudar?».
El mismo joven explicaba que sus amigos, lo avisaban que esto era una estafa, que lo estaban engañando, pero él, dice, estaba deprimido y buscaba cualquier salida. “Era esto o esto. Si queréis algo, tenéis que ir a muerte. No importa el que cueste o el tiempo que tardáis al conseguirlo». Al acabar la charla, llegó el turno de María, la chica que había hecho referencia en numerosas ocasiones y que acabó explicando que había recibido unos ingresos -sin especificar de dónde, de quién o cómo-, para relatar su experiencia previa. “Lo único que tengo que decir es que estoy super agradecida de todas las cosas que me han pasado y de la persona en que me he convertido”, concluía.
Tal como explicó en su canal de YouTube el influencer y periodista especializado en sectas Carles Tamayo, son muchos los jóvenes que reciben mensajes privados por Instagram o por las redes, animándolos a formar parte de la organización, diciendo que ganarán mucho dinero de forma fácil y rápida. A él le pasó, pero enseguida entendió que se trataba de una estafa al ver como le pedían que enseguida tenía que llevar a más gente.
¿Cómo detectar una estafa piramidal?
“IM Academy es un tipo grupo que funciona como un esquema piramidal, te entran por la vertiente vinculada a la transformación o al crecimiento personal, que acabará abriendo las puertas a la inversión económica”, apunta Miguel Perlado (Barcelona, 1973), psicoterapeuta especializado en sectas y autor de «¡Captados!: Todo lo que debes saber sobre las sectas» (Editorial Ariel). El experto alerta que cualquier persona podría entrar a formar parte de una secta, pero especialmente son más vulnerables aquellas que atraviesan un momento de transición vital, de crisis o de cambio. “Una ruptura de pareja, un divorcio, estudiantes que viven fuera… Situaciones que hacen que nuestras convicciones tambaleen, que nos fracturemos y que busquemos ayuda, y en el mejor de los casos encontramos a alguien que nos ayuda, pero en estos casos de los que hablamos, lo que se encuentra es la mano de alguien que asegura querer ayudar, con una gran sonrisa y una actitud acogedora que termina por conducir a una espiral de la que cada vez es más asfixiante y difícil de salir”.
Sobre cómo detectar una organización sectaria o bien una estafa piramidal como la detallada anteriormente, el especialista explica que hay que estar en alerta ante aquellas propuestas que sean simplificadoras; o con aquellas actividades de las que dicen que todo lo que se hable allá dentro, no se puede comentar afuera; también con las actividades que te advierten que terminarás por recibir críticas por personas externas a la organización, por envidia o incomprensión; alerta con todo aquello que monopolice el pensamiento o colapse la agenda; y también con aquellas actividades que comporten grados crecientes de aislamiento social y con aquellas otras propuestas que se presenten como salvíficas o como que te ayudarán a resolverlo todo con una pequeña inversión, porque en ningún caso acostumbrar a ser así.
“Normalmente, tendemos a pensar que estos grupos tienen unas técnicas o una tecnología muy sofisticada detrás para manipular al personal y no es así en la práctica, todo es mucho más mundano”, dice Perlado. Sobre aquellos que están al frente, nos dice que tienden a presentar un perfil de narcisistas patológicos. “Acostumbran a ser perfiles de personas que han tenido alguna crisis nerviosa a lo largo de la vida y que reinterpretan tal crisis como un don, un talento o una capacidad superiores, asegurando disponer de un sistema de transformación que deben poner en marcha, sintiéndose los escogidos para desarrollar la tarea de instruir o de ayudar a los otros, transformándolos y acompañándolos en el camino de la curación y la salvación para su propio beneficio personal y económico».
«Entre los procedimientos más comunes que utilizan para captar a la gente, encontramos el hecho de ganarse su confianza, bombardearlos de actividades y de nuevos amigos, invitarlos a múltiples actividades, hacerlos sentir especiales o escogidos y monopolizar el tiempo para neutralizar el pensamiento. Con ello, consiguen que la persona acabe dependiendo por completo de la organización, de manera que terminan pidiendo permiso acerca de qué ropa ponerse para vestir o cuál es la inversión económica más adecuada que deben hacer en cada caso, convirtiéndose así en una persona dependiente completamente de la organización, sintiéndose cada vez más incapaces para pensar por ellos mismos o tomar decisiones autónomas».
Adentrarse en un grupo sectario comporta una serie de problemáticas que dependerán de la persona y del grupo. “Los primeros que notarán los cambios, son las personas próximas; los familiares o los amigos. Ven como la persona cada vez se aísla más, se aparta de su círculo, habla por boca de los otros, no piensan de forma autónoma y además aparecen indicadores de una ruptura progresiva de sus relaciones”, alerta el psicólogo. Esto causa riesgos para el afectado sobre su salud, su integridad física, la economía, las relaciones y, incluso, sobre el ámbito laboral.
Herramientas para salir
«Salir de un grupo de sectario implica un proceso que se da como resultado de pequeños clics que aparecen en la mente de la persona. De repente, la persona toma conciencia de algo y que hace que todas las piezas del puzzle se muevan, pese a lo cual la persona continúa adentrándose en el grupo hasta que aparece otro clic, que puede ser un conflicto con un compañero, una exigencia desmedida, etcétera. A medida que se acumulan estos pequeños clics, la persona finalmente toma conciencia: ¡narices, esta es la imagen resultante!». En este punto, el afectado o afectada entra en un proceso doloroso al darse cuenta de lo que ha vivido y hasta dónde ha penetrado el discurso y las propuestas del grupo, alterando así su identidad. Un proceso que requiere tiempo y ayuda de un experto para conseguir salir, porque una cosa es la salida física y la otro, la salida mental”.
Mientras tanto, “IM Academy” continúa expandiendo su actividad y, de hecho, antes de acabar la sesión que tiene lugar en la cafetería, se convoca los asistentes al sábado 11 de noviembre para hacer una salida de ocio acompañada de una nueva formación. Una estafa que sirve para aprovecharse de la vulnerabilidad de jóvenes precarios a los que convencen con falsas promesas, gracias a un discurso simplista y engañoso que no los llevará en ninguna parte.