Ámbito (Argentina), 12.07.2022

Desde hace tiempo salieron a la luz distintos casos de estafa piramidales, tales como el de Generación Zoe, por lo que te recomendamos estar atentos a este tipo de situaciones.

Los también llamados esquema Ponzi (en honor a Carlo Ponzi, uno de los más célebres estafadores de la historia de EE.UU.), se volvieron tendencia en los últimos años particularmente por utilizar métodos engañosos que van detrás de un mismo objetivo: tentar a muchas personas con promesas de retornos altos y rápidos, para terminar quedándose con el dinero de la mayoría.

Ya sean modelos simples como el “Telar de la Abundancia” o más rebuscados como las stablecoins de Terra UST, todos ponen al dinero como punto de partida. De hecho, hasta el inversor más profesional puede caer en la trampa si se siente atraído por la «recompensa».

Cabe aclarar que se trata de un fraude en el que los estafadores consiguen intereses a través del dinero invertido de otras personas. Este sistema solo funciona si crece la cantidad de nuevas víctimas, a modo de cadena.

Cinco formas de distinguir una inversión genuina de una estafa Ponzi

1. Entender el riesgo de las rentabilidades elevadas

Si entendemos que las ofertas siempre se basan en exorbitantes ganancias, debemos evitar tentarnos con un rendimiento superior al de las tasas de referencia.

Antes de invertir en un proyecto tendrás que conocer el nivel de las tasas de interés que pagan los activos más seguros del mercado. Las mismas son conocidas en el mundo financiero como»Benchmark».

Aún así, es importante que no se debe descartar cualquier inversión que ofrezca rendimientos superiores a los del benchmark. Un inversor inteligente no elude los riesgos, sino que aprende a manejarlos. Busca aquellos activos olvidados por el mercado o juzgados de manera equivocada y subvaluados.

2. Descartar inversiones que prometen “rentabilidades seguras”

Las rentabilidades libres de riesgo no existen. En este sentido, todo dinero invertido conlleva riesgo en mayor o menor medida.

Si te ofrecen “rentabilidad asegurada”, te sugerimos dudar. Se trata de una promesa irresponsable, por lo que se debe evitar de forma inmediata sin necesidad de estudiar el caso.

3. Indagar sobre el origen de las ganancias a repartir

Estas fórmulas se basan en las grandes ganancias que se le pagan a sus inversores más antiguos porque el negocio «funciona a la perfección». Sin embargo, estos pagos solo son posibles gracias a los aportes que hacen los nuevos inversores que ingresan al fraude.

Si las personas se dan cuenta de ello, se pueden desatar dos escenarios: por un lado, se corre el rumor de que es una estafa y muchos inversores piden retirar el dinero al mismo tiempo (motivo endógeno); por otro, se resiente la coyuntura económica y no se pueden conseguir nuevos inversores, por lo que la pirámide de estafas colapsa y a la vista quedan las ruinas (un motivo exógeno).

4. Poner bajo la lupa las inversiones no reguladas

Las regulaciones son efectuadas por organismos estatales que realizan un estudio de los proyectos para determinar si la fuente de rentabilidades es genuina y no. En caso contrario, podrán determinar que se trata de una estafa. La SEC en Estados Unidos o la CNV en Argentina son algunos de los organismos importantes.

En el caso de las criptomonedas, se trata de un mercado que se autorregula de manera eficiente en algunas áreas y no tanto en otras. Por lo tanto, desde aquí siempre recomendamos no invertir más del 5% del capital. En busca de muy altas rentabilidades, el inversor solo debe destinar dinero que esté dispuesto a perder en su totalidad y con un horizonte de largo plazo.

5. Realizar retiros parciales sabiendo que tampoco es garantía

En caso de querer acceder al rendimiento prometido por el proyecto y estar obligados a reinvertir constantemente los intereses que genera sin hacer ningún retiro parcial, te recomendamos no aceptar este tipo de condiciones.

Lo ideal es hacer retiros cada tanto, para analizar al administrador del dinero, quien, de todos modos, más adelante podría estafarnos.