El Periódico Mediterráneo (España) [VERSIÓN PDF], Pablo Ramón Ochoa, 8.12.2025
Miguel Perlado es especialista en sectas y el psicólogo que ayudó a las víctimas. Fue al hombre a quien los jóvenes que estuvieron bajo el yugo del tío Toni acudieron al salir de La Chaparra. Gracias a él, supieron dónde habían vivido.
¿Cómo fue el momento en el que los primeros miembros de esta presunta secta se acercan a usted y a ellos les hace clic la cabeza?
Inicialmente, nos solicitaron ayuda varios exmiembros de La Chaparra en un estado de confusión, muy descolocados, con una angustia considerable y todavía en aquellos momentos sin acabar de ver clara toda la fotografía que ahora vemos tan diáfana acerca de cómo derivó el proyecto de La Chaparra hacia una comunidad sectarizada. Dudaban incluso de su propia cordura y de su percepción. Hubo que trabajar varios meses en toda la reconstrucción de la historia. Por lo tanto, no fue un solo clic, sino un conjunto de ellos a lo largo del tiempo que les permitió ver con claridad la naturaleza exacta de la comunidad en la que estaban.
¿Qué particularidades encontró en ellos respecto a otros grupos?
Esta comunidad funcionó a lo largo de tres décadas, reuniendo a tres generaciones de familias que han quedado totalmente rotas y traumatizadas. Entregaron sus vidas a un proyecto que, inicialmente, se planteó en torno a la ayuda a niños necesitados y que terminó funcionando como una familia espiritualmente incestuosa y abusiva.
Se han dado incluso casos de víctimas que inicialmente estaban del lado de los fieles al Tío Toni. ¿Cómo se llega a eso?
Como explicamos en el juicio, cuando se forma parte de estas comunidades de alto control ideológico se acaba desarrollando una pseudoidentidad para sobrevivir dentro de un entorno maltratante como La Chaparra. En mi experiencia, a la salida, muchos pueden seguir manteniendo esa pseudoidentidad como una manera de sostener el equilibrio psicológico porque, en caso contrario, la ruptura psicológica podría ser devastadora.
¿Cuál considera usted que era el objetivo final del tío Toni?
Del trabajo con los denunciantes y del análisis de sus mismos libros autoeditados, no hay duda que el objetivo era construir una comunidad en la que se le rindiera culto y que, al mismo tiempo, sirviera para satisfacer sus impulsos sexuales paidofílicos. El perfil más probable de Garrigós era el de un narcisista patológico con aspectos perversos o, dicho de otro modo, un perverso narcisista que se presentaba como un enviado a la Tierra con la misión de salvar a la humanidad.
Varias mujeres supuestamente perpetuaron terapias que en realidad eran agresiones sexuales. ¿Es alguien consciente de lo que hace o no distingue qué está bien o mal?
En estos contextos, los valores morales se ven pervertidos. No obstante […] siempre hay límites morales dentro de la persona, de manera que aquellos que coparticiparon en tales abusos fueron corrompidos sobre la base aspectos patológicos de su propia personalidad. Los gurúes buscan cómplices entre aquellos que pueden compartir ciertos elementos de su propio funcionamiento patológico.
Los niños de la secta han dicho que sus infancias fueron de fantasía, antes de los abusos. ¿Esto formaba parte del grooming?
No hay duda, creaba un mundo de fantasía que, al llegar al debut de la adolescencia, se transformaba en una pesadilla. En ese mundo de fantasía, el tío Toni robaba el rol de los padres, ganando así acceso a la vida íntima de los niños que posteriormente serían abusados. Y a través de ese mundo de fantasía, él mismo se presentaba como una figura fantástica, sentando así las bases de una devoción creciente a su pretendido don sobrenatural.
Había temor a un posible suicidio colectivo. ¿Considera que hubo una posibilidad real de ello?
El tío Toni preparaba a los niños desde la infancia, porque iban a ser los seres más puros del planeta con la misión de irradiar la Luz a todos aquellos que estaba perdidos en el mundo. Hablaba, ciertamente, de sucesos que estarían por venir, de una «batalla energética», «cósmica», y que comportaría que el grupo contrarrestara tales efectos catastróficos. Los niños estaban destinados a ser «guerreros de la luz». En mi experiencia, siempre hay un potencial destructivo inherente en estas dinámicas de relación que puede estallar si se dan ciertas circunstancias internas y externas.
¿Cuál era el organigrama jerárquico de La Chaparra? ¿Había niveles en torno a Toni?
Este es un punto importante. Como indicamos en el juicio, una comunidad sectarizada no se basa exclusivamente en la figura de su fundador. Necesita de un mínimo círculo de personas totalmente entregadas a su mensaje salvífico que funcionen como brazos ejecutores del mandato del gurú. Junto a Toni, estaba su mujer y la nuera, así como también un pequeño núcleo de personas que ahora están en el banquillo de acusados. En el funcionamiento diario, ciertos niños ya habían sido también escogidos por él mismo como especiales, convenciéndolos de que tenían también poderes o dones sobrenaturales: hablar con los árboles, ser capaces de parar mareas, etc.
¿Qué ha sido lo más difícil para las víctimas? Hay personas testificando contra sus padres…
La vergüenza. La culpa. El no haber visto lo que pasaba diariamente. Y el trauma, en cuanto la ruptura de su mundo. Ciertamente, hay familias enteras traumatizadas, matrimonios destruidos, proyectos personales pulverizados. El tío Toni invadía todos los espacios, asaltaba las mentes, saqueaba mental y económicamente y lograba romper vínculos muy esenciales.
¿Qué significa el hecho de que Toni aumentase su número de hijos con las miembros de la secta? Ellas han dicho que tener algo de él era especial..
El fundador de La Chaparra buscaba purificar y sanar a las mujeres a través del aprovechamiento sexual. Su idea delirante era que, a través de tales relaciones abusivas, nacerían los niños más puros, especiales, únicos, escogidos para una tarea trascendente. Serían los que podrían ayudar no sólo a pasar las almas de los muertos cada 1 de noviembre, sino también los que librarían esa batalla cósmica en contra de lo negativo. Y es que, según él, o al menos así lo menciona en sus escritos, existía un plan extraterrestre para implantar la semilla en los embriones de las mujeres, dando a luz seres especiales, futuros guías como el mismo tío Toni, quien aseguraba ser un enviado de Dios en la tierra y un canal de seres de luz o, en otros momentos, un canal de transmisión de estos supuestos seres extraterrestres.
¿Confía en un fallo condenatorio por lo visto hasta ahora en el juicio? ¿Cabe la posibilidad de que Toni anulase por completo la capacidad de juicio de los acusados y que por tanto ellos no tengan responsabilidad en lo ocurrido?
Esta es una pregunta interesante. Si la defensa se basa en la anulación de la voluntad de los encausados, entonces, de facto, se reconoce la naturaleza sectaria y adoctrinante de la comunidad de La Chaparra. Si el contexto se reconoce como de alto control ideológico, entonces, la sentencia debería poder definir jurídicamente el contexto adoctrinante, lo que podría sentar jurisprudencia. La ocasión es única. Como indicamos en el juicio, es claro que la voluntad de los menores fue manipulada desde su infancia, de modo que no cabía consentimiento alguno en su adolescencia. En el caso de los adultos que participaron en tales abusos, debería evaluarse caso por caso, porque como indicamos hay que valorar la interacción entre su personalidad previa y un contexto de grupo corrupto. No todos los adultos eran iguales, ni hacían lo mismo ni todos ellos participaron de la cadena de abusos.
¿Es posible que haya más víctimas de abusos sexuales cuando eran menores en esta secta, y que aún no han contado su historia o que sigan alienadas?
Si, es altamente probable. De hecho, me consta que existen otras historias que no han salido a la luz, en donde el patrón depredador del tío Toni continuaba funcionando y en donde se generaron traumas severos a nivel personal y familiar.
¿Por qué cree que muchas personas todavía creen en las cosas que predicaba Toni?
Porque no ha despertado todavía del sueño alienante en que fueron introducidos. Y porque, como he comentado, tomar plena conciencia de lo sucedido puede llevar a situaciones límite.





