El Mundo (España) [VERSIÓN PDF], Carmen Hernández, 30.11.2025
El tribunal de la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Castelló pudo escuchar el pasado miércoles la cruda declaración del psicólogo Miguel Perlado, profesional experto en sectas que suma una trayectoria de tres décadas analizando el funcionamiento y las graves consecuencias que causa lo que él denomina ‘contextos de alto control ideológico’.
El psicoterapeuta y psicoanalista, que declaró en calidad de perito en este proceso oral, dio todo lujo de detalles en su declaración para dibujar cómo era la secta de La Chaparra y expuso el grave daño estructural de las víctimas menores que se criaron en la finca de Vistabella y sobre todo, de aquellas que sufrieron abusos sexuales por parte del líder.
Pregunta. ¿Atendió y apoyó a muchas de las víctimas de La Chaparra y se ha encargado de valorar los daños que han sufrido a nivel psicológico? ¿Cree que están recuperados o les marcará de por vida esta experiencia?
Respuesta. Sí, tal y como expliqué en el juicio, me requirió un exmiembro que se había salido de la secta y me reuní con 7 personas que estaban muy confundidas. Los atendí y tras escuchar sus vivencias en la finca confirmé que habían vivido, algunos de ellos la mayoría de su corta vida, en un grupo coercitivo. Denuncié los hechos a la Policía porque aún seguían residiendo menores en la finca y por tanto sufriendo altos riesgos. Las víctimas que crecieron en La Chaparra han sufrido daños estructurales en su identidad y, además como era una comunidad de familias enteras se han generado traumas familiares de una magnitud incalculable. Como esta secta se ha prolongado mucho en el tiempo los daños causados son más profundos y se necesitará mucha terapia y mucho tiempo para que no afecten a la vida de las víctimas.
Pregunta. Usted que ha conocido más líderes de sectas puede hacer un perfil de cómo son y si se pueden rehabilitar?
Respuesta. Los líderes de sectas tiene un carácter perverso y sufren de un narcisismo patológico, son manipuladores y disfrutan ejerciendo poder presión sobre sus víctimas. Su estructura de personalidad no está bien y su funcionamiento es patológico, tienen pocas posibilidades de rehabilitarse. En el caso del líder de la Chaparra cumplía con estas características y además era un depredador sexual que fue formateando a las niñas desde pequeñas para convertirlas en objetos sexuales.
Pregunta. ¿Cree que este juicio de La Chaparra puede sentar jurisprudencia a pesar de que el líder está ya fallecido y se juzga a su círculo más cercano?
Respuesta. Es una ocasión única ya que es una agrupación que se ha alargado mucho en el tiempo. La secta liderada por el tío Toni evolucionó y se hizo fuerte durante tres décadas. Ahora se juzga a sus cómplices y, de hecho la estrategia de las defensas de convertir a los acusados en víctimas anuladas y manipulables como el resto de los residentes, no hace más que reconocer que todos ellos residían en una secta.
Pregunta. En su vasta experiencia con sectas, que ha plasmado en varios libros, ¿aprecia que las redes sociales e internet también se esconden muchos gurús de carácter sectario que también intentan captar a miles de seguidores?
Respuesta. He publicado numerosos trabajos técnicos sobre el tema y también dos volúmenes: ‘Estudios clínicos sobre sectas’ (2005) y ‘¡Captados! Todo lo que debes saber sobre las sectas’, editado justo antes de la pandemia. Precisamente en esta última obra ya reflejaba la aparición de telepredicadores, gurús digitales disfrazados de coach de desarrollo personal que, a través de pantallas seductoras y atractivas se presentan como los líderes espirituales e iluminados que poseen la verdad. Su presentación es distinta pero buscan lo mismo que las sectas tradicionales, primero atraer a las víctimas, luego consolidar el contacto y después ejercer poder sobre sus seguidores, la explotación económica y en ocasiones los abusos sexuales.
Pregunta. ¿Es más difícil controlar a estas sectas por estar más globalizadas?
Pregunta. Por supuesto, la deslocalización de estos grupos hace más difícil su seguimiento y control. Es más difícil controlar a los telepredicadores digitales y perseguir el engaño, así como localizar a las víctimas. No obstante, aunque suele tardar tiempo muchas veces se da el paso al contacto físico.
Pregunta. ¿Ha trabajado o conoce la trayectoria de alguna de estas sectas digitales?
Pregunta. Sí, hay una secta que nació hace años en Asturias, la primera secta digital en España, denominada los Defensores de Cristo que evolucionó haciéndose muy grande y trasladándose a México siendo allí desarticulada. Sus fundadores ya fueron juzgados y algunos de ellos ya han salido de prisión y han vuelto a nuestro país.





