Berliner Dialog, Udo Schuster,  04.01.1998 [Traducción de Miguel Perlado]

Actualmente se está promocionando mucho el ‘Programa Avatar’ en el mundo de la ayuda psicológica y del esoterismo. «Avatar es una invitación a conocer un estado de conciencia en el que tú mismo eres el creador de tus experiencias vitales.» Siguen surgiendo esta clase de cursos ‘a la Barón von Munchhausen’ en los que te enseñan a tirarte del propio pelo del pantano de los problemas.

El fundador. Harry Palmer, un ex profesor de Historia y de Filosofía de Nueva York, elaboró el Programa AVATAR. Según sus propias indicaciones, Palmer proviene del «mundo de la gestión empresarial» y trabajó durante once años en Scientology. No existen más datos sobre el currículo de Palmer. En la actualidad firma como «fundador», Stars Edge Inc. y como ‘titular de los derechos’ de las marcas registradas de las organizaciones que fundó.

A mediados de octubre de 1986, Palmer demostró en un círculo reducido su técnica AVATAR, lo que provocó el ‘entusiasmo y asombro’ de los asistentes. Sobre la base de este primer éxito, sus apuntes y conferencias se unieron con rapidez en un curso. En enero de 1987, se preparó a los primeros dos participantes del curso. Sólo 5 meses más tarde, Palmer forma al primer maestro AVATAR. Al cabo de tan sólo dos meses ya ha preparado al primer centenar de maestros AVATAR y saluda al participante 1000.

Las controversias internas no se hacen esperar. Sólo un año después de la presentación, llegan las polémicas que resultan en una lucha de poder dentro del sistema. En abril de 1988, probablemente impresionado por las polémicas, Palmer decide proteger el nombre AVATAR como marca registrada para «el servicio de la educación en el ámbito de la ayuda espiritual», lo que el Tribunal Federal de los EE.UU. confirma en segunda instancia en noviembre del mismo año. Tres meses antes, AVATAR había pasado a establecerse en Europa: en Suiza tuvo lugar el primer «Curso de Maestría».

Doctrina y práctica. AVATAR no se considera una religión o una ideología, sino un sistema de cursos para alcanzar la «ampliación de conciencia» y para trasmitir una «sensación vital intensificada». Se promete a los asistentes una poderosa «liberación» y «que hará salir a la luz todo su potencial».

El camino a la expresión de esta nueva sensación de vida y a la liberación, es supuestamente muy sencillo: pues sólo es verdad lo que uno mismo quiere considerar verdad. Pues no vas viviendo experiencias y estudiando la realidad y a partir de allí llegas a opiniones contrastadas y ganas experiencia; más bien experimentas lo que crees y de lo que uno estás convencido. Si una verdad no gusta, simplemente debes proporcionarse otra (=crear).

‘Creando’ y ‘descreando’ puedes materializar «este mundo tan hermoso». De modo que si no te gusta la realidad en la que vives, proporciónate simplemente una nueva realidad. «Cree Ud. la realidad que prefiera …» La realidad antigua, el pasado, sólo estorba. Ese pasado no es sino una «idea» que a voluntad puede ser disuelto – es decir, descreado. Gracias a la descreación de las circunstancias indeseables y gracias a la creación de circunstancias deseadas se puede allanar problemas físicos como barreras, coacciones y sentimientos de depresión, dolor y estrés. Si se produce algún problema, descréalo simplemente y ya está. Así de fácil.

Sin embargo, un AVATAR diplomado necesita saber más: no debe construir una nueva realidad propia sólo para sí mismo, sino también crear o descrear convicciones útiles para los demás. «El  procedimiento sirve para romper barreras que le impidan hacer aquello lo que realmente le gustaría hacer…». El sistema AVATAR ayuda para obtener poder e influencia, pues «todo lo que tenga barreras y restricciones es una creación y es disoluble.» Según una información tras la iniciación en AVATAR le espera «la pérdida de todos los principios morales y por tanto puede crear su propio bienestar.»

Sistema de cursos. La «entrada en el mundo de las posibilidades ilimitadas» del AVATAR se desarrolla a través de un sistema escalonado de cursos:

            1. EL AVATAR Un curso que a su vez está dividido en tres partes: Parte I, «Creativismo», es el curso de introducción en los principios filosóficos. Duración 2-4 horas, coste: 12,50 US$;  Parte II, «Los ejercicios», trata el tema de crear y enseña la habilidad de percibir la realidad y cambiar la realidad personal. Duración 3-5 días, Coste: 1.000, 00 US$; Parte III, «Las técnicas», consiste en el descrear y concede la habilidad de cambiar la percepción sensorial, los conflictos personales y cualquier forma de coacción. Duración: 1-4 días; coste: 1.000,00 US$.

2. El «Curso de Maestría», consistente en la Parte IV llamada «El despertar» constituye la base de un contrato de licencia de un año en principio, que le da el derecho de organizar e impartir cursos. Duración 9 días; Coste: 3.000 US$.

3. «Curso de profesor Star’s Edge», consistente en la Parte V «Poder» abarca los temas de poder, fuerza, liderazgo y organización / coordinación de la red de contenidos y enseña las habilidades correspondientes para expandir Star’s Edge y para impartir talleres. Duración 30 días; Coste: no hay información disponible.

La firma de dicho contrato de licencia da al concesionario el derecho de organizar cursos. Si de estos «cursos  de maestría», salen nuevos maestros, el profesor obtiene una cantidad de dinero de Star’s Edge y también su antecesor.

Información y secreto.  Sobre el desarrollo de estos talleres AVATAR existen algunas informaciones. Según las instrucciones que contienen estas informaciones, los documentos de los diferentes cursos – a excepción de la Parte I «Creacionismo» están sometidos a la confidencialidad  más estricta y no deben salir nunca de las aulas del curso.

Un sistema preciso y estricto de formularios de entrada y salida debe evitar que ninguna información salga al exterior. Por lo que sabemos tampoco es deseable que los alumnos tomen muchos apuntes sobre el contenido de los documentos. Según las informaciones de las que disponemos, la jornada diaria de trabajo es de 10 hasta 14 horas. Las dudas son consideradas como un indicio de falta de comprensión por lo que le imponen más sesiones al participante.

Con el propósito de una especie de nueva programación, recitan mantras durante el curso,  bajo una vigilancia que lleva el moderno nombre de «coaching» (ayuda en la preparación, guiar). Asimismo, se debe repetir ciertas frases de forma estereotipada a modo de intenciones («afirmaciones»), hasta que queden «sentadas». Al cabo de un periodo de repeticiones, sólo interrumpidas por breves pausas, los participantes llegan a vivir experiencias límites de euforia, según nos cuentan estas informaciones.

Valoración. Por lo visto, para Palmer ninguna banalidad es demasiado pequeña y ningún vulgarismo demasiado grande para aprovecharlo para una construcción abstrusa de teorías con el que se puede ganar dinero. Los contenidos del «efectivo programa de cursos» son una mezcla de cosas prestadas de Scientology  y ornamentos sueltos de la filosofía hinduista. Se vende este eclecticismo diciendo que «.. los conocimientos de personalidades famosas como Lao-tse, Krishnamurti, Aurobindo … han contribuido al programa AVATAR».

Además, ofrecen cosas muy conocidas como una novedad, por ejemplo brainstorming (tormenta de ideas) como «Tormenta de pensamiento» o elaborar conceptos comunes en equipo, es decir, trabajo de equipo lo ofrecen como linking (asociar)». La mayor desfachatez de Palmer es la interpretación errónea del concepto AVATAR, un concepto antiguo del hinduismo (significado: encarnación de mucha ayuda de una deidad o de una conciencia divina) y que encima lo registre como una marca comercial.

El ideario de Palmer denota fantasías de omnipotencia y una nueva ética autodefinida. De acuerdo con este ideario, la ética es lo que aquellos que han creado la convicción correspondiente consideran de valor. Un AVATAR puede equipar su mundo con las personas que cree. Si hace algo que sea malo o dañino para otra persona, él crea a una persona en su mundo que merezca tal tratamiento. La visión del hombre detrás de esa estructura, carece de responsabilidad y es socialdarwinista y en el último lugar, descarta cualquier forma de humanidad y responsabilidad social.

Es evidente que Scientology  ha marcado a Palmer. En esa organización también transformaron totalmente la definición de la palabra ética a favor de sus objetivos. Además, el lema «Créese la  realidad que prefiera» recuerda mucha al lema «Haz lo que quieras» del neo satanismo de Aleister Crowley, quien era uno de los que inspiraron al fundador de Cienciología L. Ron Hubbard. El extraño concepto de verdad y moral («Verdad es lo que Ud. crea como verdad»), así como el ideario que se transmite en los cursos, puede conllevar un distanciamiento de la realidad, y por tanto, a conflictos con lo que hasta aquel momento era el entorno social del participante del curso.

AVATAR promete poder, influencia y dinero. Al método sólo tienen acceso los capas sociales que tienen suficiente poder adquisitivo. Pues todo lo que cuenta es el dinero.  Pero, ¿qué sucedería si el entorno  no se abre a este programa nuevo y los problemas antiguos  perduran a pesar de tanta descreación? A esta pregunta AVATAR sigue debiéndonos una respuesta incluso después de múltiples cursos por valor de miles de marcos.